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Antonio Platas was, without a doubt, one of the most recognized and talented Spanish jugglers. His influence on Spanish juggling was so great that his fame spread throughout Europe. He was an extraordinarily skilled, multi-talented artist and world record holder. Although he died in relative obscurity, his family, friends, and followers continue to remember him.

Antonio Francisco Platas was born in Madrid in 1930 before the period of the Second Spanish Republic. When the civil war ended, Antonio began training billiard ball juggling. His uncle, Chaliyó, a comical cyclist (known for crossing the Plaza de Toros de Madrid on a tightrope on a unicycle) taught the art of juggling to Platas and his brother Volatín. The latter would become a famous tightrope walker. It was believed that the Platas brothers were going to become performing cyclists; although he learned tricks on the bike, Antonio decided to become a juggler.

Chaliyó.

He grew up in the multicultural neighborhood of Lavapiés, Madrid. Antonio describes his childhood in that place: “After the Spanish Civil War, Lavapiés was a fairly poor neighborhood, but we were lucky enough to have money for meals and snacks every day. Or at least the days we were at home, because if you took your sandwich outside on those days you had to share it with all your friends. I remember that in the morning we sold perfumes and in the afternoon we practiced what our uncle had taught us at the Ferroviaria Gymnasium. It was a difficult time, but we always had enough for lunch. Even today some of my childhood friends think that we were rich just because we had an old bicycle… I used to rehearse four hours in the morning and four hours in the afternoon. First I reviewed my act, stopping to review the moments with which I had problems, and then I got to play, to relax with three balls (I had to wait years to put my hands in a set of silicone balls to bounce), and with a top hat and a cigar.”

The young Platas made his debut in 1941, in Tobarra, a town in the province of Albacete, Spain. Later, he joined a variety company in postwar Madrid. With his uncle he formed the duo “Chaliyó y su Petit.” At that time his nickname was “Ant Platas.” They performed in small theaters and circuses. The mood to continue in the circus in times of conflict was quite low. It was Chaliyó who advised the brothers to fight for their dreams, to conquer their goals after the Spanish Civil War.

In 1947 he shared the stage with Volatín in one of the most important circuses in Spain: Circo Price. Here they performed in the show “Paso a la juventud.” Since then, Antonio worked tirelessly alone and in major theaters such as the Teatro Albeniz, the Calderon in Madrid, and in circuses such as: German Circus, North American Circus, Olimpia Circus, Radio Circo of the Tonetti brothers, Medrano Circus in Paris, among others.

Fame brought Antonio movie contracts. He acted in the following films: La esfinge maragata (1948), here he appeared with his uncle Chaliyó and his brother Volatín; Rey de Reyes (1961). He also acted on television. He was in the series La mujer de su vida (1990), and Chicas de hoy en día (1991).

Ant Platas manipulated a large number of objects. He juggled clubs, balls, soccer balls, ring, cigar boxes, among others; he did tricks on a bicycle and unicycle, played the Devil Stick with swords; but the most prominent objects were the tennis rackets. He was the first juggler to juggle six rackets. He set a record at the time and his name appeared in the Guinness World Records.

Antonio Plata Wood Club.

Platas found inspiration in jugglers Egea, Luly Perezoff, and Bela Kremo. He made his first performance in front of a jugglers-only audience  in 1988 at the first celebration of the Madrid Juggling Association, of which he was an honorary member. Later, in 1997, that same association paid him a tribute to raise funds towards paying all of his social security with which he was able to access his retirement. The event was held at the Centro Cultural de la Villa, in Madrid.

Antonio gave his last performances in the first and third edition of the Juggling Convention in Spain.

With a strange condition that caused him to suddenly forget who he was, and without being able to recognize himself, Antonio Platas passed away on July 17, 2012. Paradoxically, he wanted to be remembered by the juggling community. This is what he said in an interview for the magazine El Ambidextro, of the Madrid Juggling Association: “… and now I’m sure that when I die there will always be a group of people who remember me.” And he gave some advice to young jugglers: “Don’t make juggling your main profession, make sure you have something that takes care of your basic needs and use juggling as a hobby.”

 

 

Antonio Platas – Malabarista español de las raquetas

Antonio fue, sin dudas, uno de los malabaristas españoles más reconocidos y más talentosos. Su influencia en el malabarismo español fue tan grande que se expandió por toda Europa. Fue un artista extraordinariamente habilidoso, polifacético y poseedor de un récord mundial de malabares. Aunque murió en el relativo olvido, sus familiares, amigos, y seguidores continuarán recordándolo.

Antonio Francisco Platas nació en Madrid, en 1930 antes del periodo de la Segunda República Española. Cuando la guerra civil finalizó, Antonio comenzó a entrenar malabares con pelotas de billar. Su tío, Chaliyó, ciclista cómico (reconocido por cruzar en una cuerda floja encima de un monociclo la Plaza de Toros de Madrid) enseñó el arte del malabar a Platas y a su hermano Volatín. Este último se convertiría en un famoso equilibrista. Se creía que los hermanos Plata iban a hacer ciclistas; aunque aprendió trucos en la bicicleta, Antonio decidió irse por el camino del malabarismo.

Chaliyó.

Creció en el barrio multicultural de Lavapiés, Madrid. Antonio describe su infancia en aquel lugar de la siguiente manera: “Después de la Guerra Civil española, Lavapiés era un barrio bastante pobre, pero estábamos lo suficientemente afortunado de tener dinero para comidas y refrigerios todos los días. O al menos los días que estuvimos en casa, porque si sacabas tu bocadillo afuera en esos días tenías que compartirlo con todos tus amigos. Recuerdo que por la mañana vendíamos perfumes y por la tarde practicábamos lo que nos había enseñado nuestro tío en el Gimnasio de Ferroviaria. Fue una época difícil, pero siempre teníamos suficiente para el almuerzo. Incluso hoy en día algunos de mis amigos de la infancia piensan que éramos ricos solo porque teníamos una bicicleta vieja (…) Solía ​​ensayar cuatro horas por la mañana y cuatro horas por la tarde. Primero repaso mi acto, deteniéndome para repasar los momentos con los que he tenido problemas,  y luego me pongo a jugar, a relajarme con tres pelotas (tuve que esperar años para poner mis manos en un juego de pelotas de silicona para rebotar), y con sombrero de copa y puro”.

El joven Platas realizó su debut en 1941, en Tobarra, un pueblo en la provincia de Albacete. Se unió a una compañía de variedades en los años posguerra de Madrid. Con su tío formó el dúo “Chaliyó y su Petit”. En ese momento su apodo fue “Ant Platas”. Se presentaron en pequeños teatros y circos. Los ánimos de continuar en el circo en época de conflicto eran bastante bajos; fue Chaliyó quien aconsejó a los hermanos a luchar por sus sueños, conquistar sus objetivos después de la Guerra Civil Española.

En 1947 compartió escenario con Volatín en uno de los circos más importantes de España: Circo Price. Aquí actuaron en el espectáculo “Paso a la juventud”. Desde entonces, Antonio trabajó en solitario y sin descanso en los principales teatros españoles, como: el Teatro Albeniz, el Calderón de Madrid. En circos como: Circo Alemán, Circo Norteamericano, Circo Olimpia, Radio Circo de los hermanos Tonetti, Circo Medrano de París, entre otros.

La fama le trajo a Antonio contratos en el cine. Actuó en las siguientes películas: La esfinge maragata (1948), aquí apareció junto a su tío Chaliyó y su hermano Volatín; Rey de Reyes (1961). De la misma manera actuó en televisión. Estuvo en la serie La mujer de su vida (1990), y Chicas de hoy en día (1991).

Ant Platas manipuló una gran cantidad de objetos. Hizo malabares con clavas, pelotas, balones de fútbol, aros, cajas de puros, entre otros; hizo trucos en bicicleta y monociclo, jugó el Devil Stick con sables; pero sus objetos más destacados fueron las raquetas de tenis. Fue el primer malabarista en hacer malabares con seis raquetas. Estableció un récord en su momento y su nombre apareció en el libro Guinness World Records.

Clava de madera de Antonio Plata.

Platas encontró la inspiración en los malabaristas Egea, Lully Perezoff, y Bela Kremo. Hizo su primera presentación ante malabaristas en 1988 en la primera celebración de la Asociación de Malabaristas de Madrid, de donde fue miembro honorífico. Más tarde, en 1997, esa misma asociación le realizó un homenaje para recaudar fondos en la causa de pagar la totalidad de su seguridad social con la cual pudo acceder a su jubilación. El evento se hizo en Centro Cultural de la Villa, en Madrid.

Antonio hizo sus últimas presentaciones en la primera y tercera edición de la Convención de malabares en España.

Con una extraña condición que le ocasionó un repentino olvido de quién era, y sin poder reconocerse,  Antonio Plata falleció el 17 de julio de 2012. Paradójicamente él quería ser recordado por la comunidad de los malabaristas. Así lo dijo en una entrevista para la revista El Ambidextro, de la Asociación de Malabaristas de Madrid: “… y ahora estoy seguro de que cuando muera siempre habrá un grupo de personas que se acuerden de mí”. Y dio un consejo a los jóvenes malabaristas: “No hagas del malabarismo tu profesión principal, asegúrate de tener algo que se ocupa de sus necesidades básicas y utiliza los malabares como pasatiempo”.