By Esteban Velez
Herr Troba was a German juggler and strongman who achieved many of the feats of Paul Cinquevalli. The European press of the time called him “the second Cinquevalli”. Not much is known about his life, except that in his childhood he practiced acrobatics, which helped him perform strength juggling acts.
The following article, published in Leslie’s Weekly magazine on December 22, 1904, details a little of Herr Troba’s artistic life; in addition, his main tricks are described.
Advertising poster for Herr Troba, 1906.
Advertising poster for Herr Troba, 1906.
Herr Troba – malabarista de fuerza
Herr Troba fue un malabarista y strongman alemán que logró hacer muchas de las hazañas de Paul Cinquevalli. La prensa europea de la época lo llamaba “el segundo Cinquevalli”. No se conocen muchos datos sobre su vida, a excepción de que en su niñez practicó acrobacia, lo que le sirvió para realizar actos de malabarismo de fuerza.
El siguiente artículo, publicado en la revista Leslie’s Weekly, en su edición del 22 de diciembre de 1904, detalla un poco la vida artística de Herr Troba; además, se describen sus principales trucos.
Un malabarista de habilidad maravillosa
Todos los mecenas del vodevil conocen las hazañas de Cinquevalli y pronto conocerán a uno que podría ser descrito con acierto como Cinquevalli Secundus, porque hace todo lo que Cinquevalli hace y más. Este último artista es Herr Troba, que ha atraído mucha atención en Londres y pronto será visto en Keith’s, en Nueva York. Es alemán y ha estado relacionado con el trabajo escénico desde sus primeros años. De pequeño aprendió a convertirse en un experto acróbata de trapecio y así comenzó el entrenamiento que hoy lo ha colocado en el primer lugar como un artista notablemente inteligente. Hace unos diez años, Herr Troba vio por primera vez las posibilidades del malabarismo que practicaba Cinquevalli y, como tenía el don de aprender además de una gran fuerza física, un año después hizo su primera aparición como malabarista en el Hipódromo de París. En esta función ha visitado desde entonces las principales ciudades europeas, así como muchas de las ciudades más importantes de Inglaterra.
Artista de pies a cabeza, capaz y acabado, sus actuaciones son maravillosas y es difícil transmitir a quienes no han visto sus hazañas la más remota idea de cómo son realmente. Algunos de sus trucos requieren un toque ligero, otros requieren habilidad y fuerza; pero todos y cada uno exigen un valor indudable. Uno es cuando se convierte en una mesa de billar humana, equipada con bolsillos, y manipula hábilmente las bolas de billar; otro es cuando hace malabarismo con tres pistolas, cada una con un cargador cargado, y, mientras manipula las tres de diversas formas confusas, dispara una tras otra. Atrapar balas de cañón en la nuca, que se le lanzan desde cierta distancia, y atrapar auténticos proyectiles Krupp de cincuenta libras de la misma manera, requiere un ojo agudo y nervios firmes, ya que la más mínima desviación acarrearía graves lesiones al ejecutante; pero todo esto lo hace Herr Troba con éxito, y los espectadores quedan hechizados.
Otros trucos favoritos son dar una voltereta con un casquillo Krupp de cincuenta libras en cada mano; equilibrar un casquillo Krupp de ochenta libras en un palo, que mantiene en equilibrio sobre su barbilla antes de golpearlo y atrapar el casquillo en su nuca; y, como hazaña de fuerza física, levantar del suelo, sin ayuda, una garita que contiene a un hombre adulto, equilibrando todo, agarrando una barra sostenida con sus dientes, mientras sostiene al mismo tiempo un casquillo de ochenta libras en cada mano. Equilibrar tres bolas de billar en la parte superior de un taco parece una hazaña imposible, pero Herr Troba demuestra que se puede hacer. Su actuación única y sin precedentes es una lección objetiva de destreza maravillosa, y ha despertado un merecido entusiasmo dondequiera que ha aparecido.
Cartel publicitario de Herr Troba, 1906.
Cartel publicitario de Herr Troba, 1906.