Editor’s Note: The following article mentions slavery and military conquest. It is presented for educational value without any political endorsement.
By Esteban Velez.
Kublai Khan (1215-1294) was a Mongol emperor and founder of the Yuan Dynasty (1271–1368). He was the grandson of Genghis Khan. He is known as the Emperor of the Seas for his naval campaigns to conquer southern China which his grandfather failed to do.
Kublai Khan.
Khan was fond of the performing arts. His court had a troupe of dancers, acrobats, jugglers, etc. (including slave jugglers from India), who performed in his palace, or at events for wealthy families. It is said that Khan once told his acrobats, jugglers, and magicians to conquer a province. He equipped them with weapons, soldiers, and a military commander to lead them. The performers were successful and conquered the province. Khan rewarded them for their military triumph.
Drawing of Xiong Yiliao, a Chinese warrior who supposedly intervened in the battle of two Chinese armies by juggling nine balls. He lived around 600 BC, Illustration image.
Chinese performers and tightrope walkers. Illustration image.
Lanzi, a juggler mentioned in Chinese annals from around 531 BC as a sword juggler before Duke Yuan. from a collection of Ming dynasty woodcuts.
The Deseret News, in its November 9, 1896, issue, published an article about Chinese magicians (the information was copied from books on research into pre-20th-century Chinese culture). It mentions jugglers “throwing golden balls into the air” during the time of Kublai Khan. The article describes a magic show similar to the one Marco Polo witnessed on his visit to China.
Malabarismo en tiempos de Kublai Khan
Nota del editor: El siguiente artículo menciona la esclavitud y la conquista militar. Se presenta con un valor educativo sin ningún respaldo político.
Por: Esteban Vélez.
Kublai Khan (1215- 1294) fue un emperador mongol y fundador de la dinastía Yuan (1271–1368). Fue nieto de Gengis Kan. Se le conoce como el Emperador de los mares por sus campañas navales para conquistar el sur de China que su abuelo no pudo.
Kublai Khan.
Khan era amante de las artes escénicas. Su corte tenía un grupo de bailarines, acróbatas, malabaristas, etc. (entre ellos malabaristas esclavos de la India), que se presentaban en su palacio, o en eventos para familias ricas. Se dice que una vez Khan les dijo a sus acróbatas, malabaristas, y magos, que conquistaran una provincia. Los equipó con armas, soldados y con un comandante militar que los guiaría. Los artistas tuvieron éxito y conquistaron la provincia. Khan los recompensó por su triunfo militar.
Dibujo de Xiong Yiliao, guerrero chino que supuestamente se interpuso en la batalla de dos ejércitos chinos haciendo malabarismo con nueve pelotas. Vivió alrededor del año 600 A.C., Imagen de ilustración.
Artistas y equilibristas chinos. Imagen de ilustración.
Lanzi, un malabarista mencionado en los anales chinos de alrededor del año 531 a. C. como malabarista con espadas ante el duque Yuan. De una colección de xilografías de la dinastía Ming.
El diario The Deseret News, en su edición del 9 de noviembre de 1896, publicó un artículo sobre los magos chinos (la información del artículo fue una copia de informaciones de libros sobre investigaciones de la cultura China del antes del siglo XX). Allí, se mencionan a malabaristas “que lanzan al aire bolas de oro” en el tiempo de Kublai Khan. El artículo sigue con un relato de un espectáculo de magia similar al que presenció Marco Polo en su visita a China.
Los magos chinos
Los malabaristas de la corte en tiempos de Kublai Khan hacían que pareciera que los platos de la mesa volaban por el aire. Uno de los viajeros que visitó las regiones de las que Marco nos da algún relato dice: “Y los malabaristas hacen volar por el aire bolas de oro y se ofrecen a todos los que están dispuestos a beber”. (…) Batuta, un moro que visitó Catay un siglo después, da este relato de un incidente similar:
“… Esa misma noche, un malabarista que era uno de los esclavos del Khan hizo su aparición, y el emir le dijo: “Ven y muéstranos algunas de tus maravillas”. Entonces tomó una bola de madera, con varios agujeros, por los que pasaban largas correas, y, agarrando una de las bolas, la lanzó al aire. Voló tan alto que la perdimos de vista por completo.
Era la estación más calurosa del año y estábamos en el patio del palacio. En la mano del mago sólo quedaba un trozo de la punta de una correa, y pidió a uno de los muchachos que le ayudaban que la agarrara y subiera. Así lo hizo, trepando por la correa, y también lo perdimos de vista. El mago lo llamó tres veces, pero al no obtener respuesta, cogió un cuchillo como si estuviera muy furioso, agarró la correa y desapareció también. Poco a poco arrojó al suelo una de las manos del muchacho, luego un pie, luego la otra mano y luego el otro pie, luego el tronco y, por último, la cabeza. Luego bajó él mismo, resoplando y jadeando, y con las ropas ensangrentadas besó el suelo delante del emir y le dijo algo en chino.
El emir dio una orden en respuesta. Entonces nuestro amigo tomó los miembros del muchacho, los colocó juntos en sus lugares y le dio una patada, cuando ¡listo! Allí estaba el muchacho, que se levantó y se paró frente a nosotros. Todo esto me asombró más allá de toda medida, y tuve un ataque de palpitaciones como el que me invadió una vez antes en presencia del sultán de la India cuando me mostró algo del mismo tipo. El Kazi Afkharuddin estaba a mi lado, y dijo: “Wallah, en mi opinión no ha habido ni subida ni bajada, ni estropeo ni remiendo. Todo es una farsa”. – Noah Brooks en San Nicolás.