Morlé – Juggler of the Heights

Morlé. Photo: Jenny Jeager Jongleuse.

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Morlé was one of the best jugglers in Germany. His story is little known, though he was just as talented as Rudy Horn. The two unicycle jugglers met in 2013; they both admired each other, although Morlé’s fame was not like that of his colleague. His motto was: “Higher, higher, bigger, take it to the extreme.”

Morlé’s real name was Günter Manfred Morgenstern. He was born on March 3, 1923 in Dresden, Saxony, Germany. His older brother Erich Morgenstern was press officer for the Sarrasani circus, and introduced Günter to the circus. Young Morlé would even sneak out of school to go see the circus performers. He was so fascinated by juggling that he taught himself, since “there were no circus schools at the time.” His debut was in Sarrasani.

The Second World War stopped his artistic career. In this time of crisis, Morlé became interested in Rastelli’s juggling style and also the unicycle. He juggled unconventional objects: lamps, bicycle wheels, folding chairs, and lawn chairs. He was able to juggle six rings on top of his ten-foot unicycle. He also juggled clubs and balls and performed the mouth stick and ball on the giraffe unicycle.

Photos: Jenny Jeager Jongleuse.

At the end of the war, Morlé performed in the Soviet occupied zone of East Germany. He then had an act in Budapest, which led to contracts in West Germany. “Contact there (in the West) was very difficult,” Morgenstern said. But success eventually came and he had contracts in the Apollo, Düsseldorf, and in the Atlanti, Lübeck. He later toured several countries such as Mexico, Japan, the United States, England, and France.

Morgenstern created the juggling trio “3 Morlés” with his wife, Lotti Bogan, and his niece, Renate Enders. He would later replace his wife with his daughter Jeanine Morgenstern-Eberspächer. All three appeared at the Madison Square Garden in New York (1961), at the Olympia Music Hall in Paris, and at the Ringling Brothers Barnum Circus and Baileys Circus as the main act.

On his unicycle, Morlé held his niece on his shoulders while she hand-tossed eight tea cups and saucers to her head, ending with a spoon-toss. Her weight on Morlé’s back eventually caused a discomfort in his spine that left him unable to work for two years.

3 Morlés. Photos: David Cain.

His wife and niece stopped performing with him to “continue with their normal life.” Morlé continued to travel and do shows around the world until he was 89 years old, where he did his last show in Hannover. He lived alone in Einbeck looking for performances before his retirement.

Photo: Jenny Jeager Jongleuse.

In 2007, he was honored in his hometown at the Dresden Circus and Variety Festival. The director Sebastian Schneemann recognized his artistic impact.

In 2013, Morlé met his colleague Rudy Horn at Adelsheim Castle during an exhibition of Horn’s life. The 90-year-old Morgenstern and 80-year-old Rudy talked about anecdotes from their artistic careers. The German unicyclists had a conversation where Rudy said: “…He threw cups and plates with his hand, it is much easier,” comparing the act of Morlé and his niece with his.

Morlé and Rudy Horn.

Morlé died on February 9, 2017, at the age of 94. The StadtMuseum Einbeck has an exhibition about the 3 Morlés. We can see the unicycle, the nine tea cups and the wardrobe of his niece Renata.

 

3Morlé exhibition at StadtMuseum Einbeck.

The portal www.einbeckermorgenpost.de described Morlé as follows:

“He lived independently; he was interested in politics, psychology, human beings and many other subjects, and he always had projects in mind, even in old age (…) He often had conversations with acquaintances and friends from the circus industry; he was agile, optimistic and open-minded, and he remained a rogue and a joker until the very end. He searched for a solution for each challenge; he refined tricks and costumes to perfection (…) he demanded a lot of himself, but he was also satisfied and grateful when something worked.”

 

Morlé – Malabarista de las alturas

Morlé. Photo: Jenny Jeager Jongleuse.

Morlé fue uno de los mejores malabaristas de Alemania. Su historia es poco conocida. Fue igual de talentoso que Rudy Horn. Ambos malabaristas de monociclo se conocieron en 2013; ambos sentían admiración mutua, aunque la fama de Morlé no era tan grande como la de su colega. Su lema era: “Mejor más alto, más alto, más grande, llévalo al extremo”.

Su verdadero nombre fue Günter Manfred Morgenstern. Nació el 3 de marzo de 1923 en Dresde, Sajonia, Alemania. Su hermano mayor Erich Morgenstern, quien era jefe de prensa del circo Sarrasani, le mostró el circo por primera vez. Incluso Morlé se escapaba de la escuela para ir ver a los artistas circenses. Quedó tan fascinado por el malabarismo que aprendió de forma autodidacta, ya que “no habían escuelas de circo en la época”. Su debut fue precisamente en Sarrasani.

La Segunda Guerra Mundial frenó su carrera artística. En ese tiempo de crisis, Morlé se interesó por la forma de hacer malabares de Rastelli y por el monociclo. Hizo malabares con objetos no convencionales: lámparas, rines de bicicleta, sillas plegables y sillas de jardín. Pudo hacer malabares con seis anillos encima de su monociclo que medía exactamente tres metros de altura. También hizo malabares con clavas y balones; realizó el truco del bucal con la pelota en el monociclo jirafa.

Fotos: Jenny Jeager Jongleuse.

Al terminar la guerra, Morlé se presentó en la zona ocupada soviética de Alemania de Oriente. Luego tuvo un acto en Budapest, lo que le dio contratos en Alemania Occidental. “El contacto allí (en occidente) fue muy difícil”, dijo Morgenstern. Pero el éxito llegó y tuvo contratos en Apollo, Düsseldorf, y en el Atlanti, Lübeck. Realizó giras por varios países del mundo como México, Japón, Estados Unidos, Inglaterra, Francia…

Morgenstern creó el trío de malabaristas “3 Morlés” junto a su esposa Lotti Bogan y su sobrina Renate Enders. Luego reemplazaría a su esposa por su hija Jeanine Morgenstern-Eberspächer. Los tres llegaron a presentarse en el Madison Square Garden de Nueva York (1961), en el Olympia Music Hall de París, y en el Circo Ringling Brothers Barnum y Baileys Circus como acto principal.

Morlé sostuvo a su sobrina en sus hombros encima de su monociclo mientras ella lanzaba con la mano ocho tazas y platos de té, y finalizaba con el lanzamiento de una cuchara. El peso de Renate Enders sobre la espalda de Morlé le ocasionó una molestia en la columna vertebral que lo dejó dos años sin poder trabajar.

3 Morlés. Foto: David Cain.

Su esposa y sobrina dejaron de actuar con él para “continuar con su vida normal”. Morlé siguió viajando y haciendo espectáculos por todo el mundo hasta los 89 años, donde hizo su último show en Hannover. Vivió solo en Einbeck buscando presentaciones para poder vivir antes de su jubilación.

Foto: Jenny Jeager Jongleuse.

En 2007 fue homenajeado en su ciudad natal en el Festival de Variedades y Circo de Dresde. De manos del director Sebastian Schneemann fue reconocida su vida artística.

En 2013, Morlé se reunió con su colega Rudy Horn en el castillo de Adelsheim durante una exposición de la vida de Horn. Morgenstern de 90 años y Rudy de 80 años hablaron sobre anécdotas de sus carreras artísticas. Los principales monociclistas de Alemania tuvieron una conversación donde Rudy dijo: “…Tiraba tazas y platos con la mano, es mucho más fácil”, comparando el acto de Morlé y su sobrina con el suyo.

Morlé and Rudy Horn. 

Morlé murió el 9 de febrero de 2017, a los 94 años. El StadtMuseum Einbeck tiene una exposición acerca de Los 3 Morlés. Podemos ver el monociclo, las nueve tazas de té y el vestuario de su sobrina Renata.

Exposición de 3Morlé en StadtMuseum Einbeck.

El portal www.einbeckermorgenpost.de describió a Morlé de la siguiente manera:

“Vivía de forma independiente; estaba interesado en la política, la psicología, los seres humanos y muchos otros temas, y siempre tenía proyectos en mente, incluso en la vejez (…). A menudo tenía conversaciones con conocidos y amigos de la industria del circo; era ágil, optimista y de mente abierta, y siguió siendo un pícaro y un bromista hasta el final. Buscó una solución para cada desafío; refinó trucos y disfraces a la perfección (…) Se exigía mucho a sí mismo, pero también estaba satisfecho y agradecido cuando algo funcionaba”.

Soy un malabarista deportivo. Tengo la maravillosa oportunidad de escribir para eJuggle. Me gusta la historia, la historia militar, la filosofía, la poesía, las historias raras, y las historias de terror y de horror.

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