More than a century ago, jugglers had three options for learning juggling: belong to a family of artists who would teach you; acquire some of the few and scarce juggling books that were available at the time; or keep an eye on the newspapers.
The newspapers published some stories about jugglers, the arrival of artists to the city who had presentations, and the occasional juggling tutorial. Likewise, the “secrets” of tricks of magicians and jugglers were written.
The following is a juggling tutorial on balancing glasses and bottles on a table, which also works for balancing on the head, or any extremity of the body. The tutorial was published in the Eagle River Democrat newspaper on February 3, 1896.
Antiguo tutorial de equilibrios
Hace más de un siglo, los malabaristas tenían tres opciones para aprender malabares: pertenecer a una familia de artistas que le enseñaran; adquirir algunos de los pocos y escasos libros de malabarismo que había en la época; o estar pendiente de los periódicos.
En los periódicos se publicaban algunas historias de malabaristas, la llegada de artistas a la ciudad que tenían presentaciones, y uno que otro tutorial de malabares. Asimismo, se escribieron los “secretos” de trucos de magos y malabaristas.
Lo siguiente es un tutorial de malabares sobre el equilibrio de vasos y botellas en una mesa, lo que también sirve para equilibrarlo en la cabeza, o cualquier extremidad del cuerpo. El tutorial fue publicado en el periódico Eagle River Democrat, el 3 de febrero de 1896.
Trucos de malabarismo
La ilustración adjunta puede hacerle pensar, en un principio, que representa varias hazañas que sólo un hábil malabarista puede realizar, pero cuando le hayamos dado una explicación de las posiciones aparentemente precarias en las que se colocan los vasos, verá que cualquiera con nervios firmes y un poco de paciencia puede lograr fácilmente todo lo que aquí se muestra.
Lo primero que hay que hacer es practicar la colocación de un vaso sobre otro de tal manera que el eje del superior sea una prolongación del lado de su soporte. Se debe tener cuidado de utilizar vasos lo más parecidos posible y de que la mesa sobre la que se coloquen esté perfectamente nivelada, ya que incluso una ligera variación de esta regla puede hacer que el experimento fracase.
El segundo ejercicio consiste en equilibrar el cuerpo y el pie de un vaso sobre el borde de otro, como se muestra en la figura central del corte. En la parte trasera se puede ver una manera de duplicar este experimento, sin apenas riesgos adicionales.
También se pueden equilibrar dos vasos, uno al lado del otro, en la boca de un tercero. Sus pies no deben tocar el cuerpo del tercer vaso; simplemente están apoyados sobre su soporte, y es extraño ver cómo, a consecuencia de su exacta yuxtaposición, ninguno de ellos muestra inclinación alguna a desviarse o caerse.
Cabe señalar que esta última hazaña no es tanto un experimento de equilibrio como una nueva y curiosa disposición para desconcertar a quien llega tarde a la mesa.
Gracias a la exactitud de la forma geométrica de tu vaso, podrás, con un poco de práctica y un poco de audacia, conseguir realizar superposiciones aún más extrañas, y la pirámide que te mostramos a la derecha te parecerá, después un ratito, como un mero juego de niños.